Que arda el cole o qué
Desigualdad escolar 3
Aceptamos a menudo la imagen de una escuela en crisis, que no alcanza a cumplir su misión. Una institución atenazada por la falta de recursos, desbordada por los problemas e incapaz de responder a los desafíos que le plantea la sociedad actual. Sin embargo, según cómo entendamos la finalidad de la institución, la escuela hace perfectamente lo que tiene que hacer y se ha adaptado con éxito al signo de los tiempos. Veámoslo así por un momento: en el contexto de un Estado que ya no puede sostener como antes sus principales resortes de integración social, el desmantelamiento parcial de los servicios públicos sigue una tendencia coherente. Esta tendencia es la segregación, el acceso diferenciado a los recursos: se mantienen en la medida de lo posible las prestaciones para las clases medias mientras que se aceptan como inevitables distintas formas de exclusión para las rentas más bajas y el proletariado migrante. ¿Podemos observar en nuestras escuelas estas dinámicas de segmentación, de distinción entre poblaciones de primera y de segunda? La crisis de la educación, en Nafarroa, ¿no es acaso la adaptación exitosa de la escuela a este escenario?