CUBA Y LA LUCHA POR LA DEMOCRACIA
20,00 €
- HIRU
Ricardo Alarcón de Quesada participó en la lucha del Movimiento 26 de Julio contra la tiranía de Batista. Después del triunfo revolucionario ha sido Presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, Embajador de Cuba en la ONU y Ministro de Relaciones Exteriores. Actualmente es Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, miembro del Buró Político del Partido Comunista y profesor en la Universidad de La Habana.
Este libro de Ricardo Alarcón es algo más que un libro: es toda una historia de intervenciones políticas y sociales, a lo largo de un dilatado tiempo, el de la militancia de su autor al servicio de la Revolución Cubana; también es menos que un libro por esa misma razón, y así se podrá encontrar en él momentos en que el lector se reencuentra de pronto con las mismas ideas ya expresadas en otros pasajes, cuando el autor se enfrentó a otras situaciones prácticas y concretas; y contiene en ese sentido reiteraciones debidas a las vicisitudes a veces dramáticas de la vida de su autor; y es, en fin, y sobre todo, un verdadero libro, apasionante por todas estas mismas razones.
No consiste en una mera condena de las democracias representativas ni en una mera afirmación de las democracias participativas, sino que tiene una verdadera enjundia teórica sobre bases sólidas como las reflexiones, ya clásicas, de Hans Kelsen, para quien se da un carácter inevitablemente representativo en toda práctica democrática, de manera que la solución se halla más bien en una parlamentarización de la sociedad; y, así, en los procesos verdaderamente democráticos, se da no una desaparición del parlamentarismo en función de una acción directa permanente, imposible, sino su hipertrofia, su socialización a través de experiencias como lo ha sido en Cuba la de los llamados parlamentos obreros con los que la Revolución Cubana se enfrentó, con fuerza y éxito, a la grave crisis del llamado período especial.
Alfonso Sastre
Este libro de Ricardo Alarcón es algo más que un libro: es toda una historia de intervenciones políticas y sociales, a lo largo de un dilatado tiempo, el de la militancia de su autor al servicio de la Revolución Cubana; también es menos que un libro por esa misma razón, y así se podrá encontrar en él momentos en que el lector se reencuentra de pronto con las mismas ideas ya expresadas en otros pasajes, cuando el autor se enfrentó a otras situaciones prácticas y concretas; y contiene en ese sentido reiteraciones debidas a las vicisitudes a veces dramáticas de la vida de su autor; y es, en fin, y sobre todo, un verdadero libro, apasionante por todas estas mismas razones.
No consiste en una mera condena de las democracias representativas ni en una mera afirmación de las democracias participativas, sino que tiene una verdadera enjundia teórica sobre bases sólidas como las reflexiones, ya clásicas, de Hans Kelsen, para quien se da un carácter inevitablemente representativo en toda práctica democrática, de manera que la solución se halla más bien en una parlamentarización de la sociedad; y, así, en los procesos verdaderamente democráticos, se da no una desaparición del parlamentarismo en función de una acción directa permanente, imposible, sino su hipertrofia, su socialización a través de experiencias como lo ha sido en Cuba la de los llamados parlamentos obreros con los que la Revolución Cubana se enfrentó, con fuerza y éxito, a la grave crisis del llamado período especial.
Alfonso Sastre
- 400 páginas
- Castellano
- 140.000 mm x 170.000 mm
- ISBN: 978-84-95786-66-1
- EAN: 9788495786661
20,00 €
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Ricardo Alarcón de Quesada participó en la lucha del Movimiento 26 de Julio contra la tiranía de Batista. Después del triunfo revolucionario ha sido Presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, Embajador de Cuba en la ONU y Ministro de Relaciones Exteriores. Actualmente es Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, miembro del Buró Político del Partido Comunista y profesor en la Universidad de La Habana.
Este libro de Ricardo Alarcón es algo más que un libro: es toda una historia de intervenciones políticas y sociales, a lo largo de un dilatado tiempo, el de la militancia de su autor al servicio de la Revolución Cubana; también es menos que un libro por esa misma razón, y así se podrá encontrar en él momentos en que el lector se reencuentra de pronto con las mismas ideas ya expresadas en otros pasajes, cuando el autor se enfrentó a otras situaciones prácticas y concretas; y contiene en ese sentido reiteraciones debidas a las vicisitudes a veces dramáticas de la vida de su autor; y es, en fin, y sobre todo, un verdadero libro, apasionante por todas estas mismas razones.
No consiste en una mera condena de las democracias representativas ni en una mera afirmación de las democracias participativas, sino que tiene una verdadera enjundia teórica sobre bases sólidas como las reflexiones, ya clásicas, de Hans Kelsen, para quien se da un carácter inevitablemente representativo en toda práctica democrática, de manera que la solución se halla más bien en una parlamentarización de la sociedad; y, así, en los procesos verdaderamente democráticos, se da no una desaparición del parlamentarismo en función de una acción directa permanente, imposible, sino su hipertrofia, su socialización a través de experiencias como lo ha sido en Cuba la de los llamados parlamentos obreros con los que la Revolución Cubana se enfrentó, con fuerza y éxito, a la grave crisis del llamado período especial.
Alfonso Sastre
Este libro de Ricardo Alarcón es algo más que un libro: es toda una historia de intervenciones políticas y sociales, a lo largo de un dilatado tiempo, el de la militancia de su autor al servicio de la Revolución Cubana; también es menos que un libro por esa misma razón, y así se podrá encontrar en él momentos en que el lector se reencuentra de pronto con las mismas ideas ya expresadas en otros pasajes, cuando el autor se enfrentó a otras situaciones prácticas y concretas; y contiene en ese sentido reiteraciones debidas a las vicisitudes a veces dramáticas de la vida de su autor; y es, en fin, y sobre todo, un verdadero libro, apasionante por todas estas mismas razones.
No consiste en una mera condena de las democracias representativas ni en una mera afirmación de las democracias participativas, sino que tiene una verdadera enjundia teórica sobre bases sólidas como las reflexiones, ya clásicas, de Hans Kelsen, para quien se da un carácter inevitablemente representativo en toda práctica democrática, de manera que la solución se halla más bien en una parlamentarización de la sociedad; y, así, en los procesos verdaderamente democráticos, se da no una desaparición del parlamentarismo en función de una acción directa permanente, imposible, sino su hipertrofia, su socialización a través de experiencias como lo ha sido en Cuba la de los llamados parlamentos obreros con los que la Revolución Cubana se enfrentó, con fuerza y éxito, a la grave crisis del llamado período especial.
Alfonso Sastre
- 400 páginas
- Castellano
- 140.000 mm x 170.000 mm
- ISBN: 978-84-95786-66-1
- EAN: 9788495786661